Dalai Lama visita MIT

El jueves tuve el gran honor de asistir a una charla del Dalai Lama, aquí en MIT. Vino a inaugurar el Centro Dalai Lama para la Ética y los Valores Transformadores. Qué gran honor que mi Universidad, el mayor centro científico del mundo, vea la necesidad de fomentar valores universales como la paz y la compasión!

La misión del Centro es “El Centro está dedicado al cuestionamiento, el diálogo y la creación de programas que afecten las dimensiones éticas y humanas de la vida. Este centro no partidista es un think tank colaborador concentrado en el desarrollo de investigación y programas interdisciplinarios en varios campos del conocimiento, desde ciencia y tecnología hasta educación y relaciones internacionales. El Centro está fundado en la visión del 14vo Dalai Lama y su llamada a una educación holística que incluya el desarrollo de una ética humana global. Enfatizará la responsabilidad y examinará el sentido y el propósito moral de las interacciones entre individuos, organizaciones y sociedades.”

Y ahora respecto a la charla… El Dalai Lama se sacó los zapatos y se sentó cruzado de piernas frente a un auditorio de más de 1000 personas. Me impresionó lo alegre que es. A lo largo de toda la hora no paró de hacer chistes y reírse! (si hasta bromeó con un monje católico sentado en la primer fila porque no tenía la cabeza tan bien afeitada como los monjes budistas que allí estaban!)

Su charla se centró en cómo lograr auténtica compasión y como el Centro debía concentrarse en ayudar a la gente secular a construir valores éticos dado que la mayoría de los 6000 millones de habitantes del mundo son no-creyentes.

Dijo que si bien los científicos pueden ser no creyentes, tratan los temas con suma honestidad, lo cual es la clave para un comportamiento ético. “Esta honestidad, autenticidad y calma llevan a la compasión. Y a una mente calma”

También dio algunas ideas divertidas de como los científicos podrían contribuir con la paz, como “Una inyección de compasión que pudiéramos comprar en cualquier kiosko” o una “bala que le erre a los inocentes pero acierte con los que toman las decisiones”.