Recientemente conocí a un hombre que vive en un rancho en las afueras y no está versado en la Kabbalah o la espiritualidad. Él vive de la tierra y no tiene ningún interés en la espiritualidad, en Dios y todo eso. Pero ha pasado por varias pruebas y dificultades que nos hubiesen enviado a cualquiera de nosotros a correr hacia las montañas. Le pregunté cómo lo hace, cómo se mantiene luchando estas batallas insuperables; y venciéndolas.
Él me dijo: es simple. Cuando suceden cosas malas, las haces buenas. Y cuando ya has hecho esto por un tiempo, llegas a un estado en donde te das cuenta que sólo suceden cosas buenas.
Hoy, olvídate de buscar una perspectiva consoladora y busca el por qué está sucediendo esto, y finge hasta que lo logres. Deja todo en espera por el día de hoy. En vez de ello, salta enseguida hacia esa conciencia de que sólo suceden cosas buenas.
(Afinación Diaria de la Conciencia de la Kabbalah, Kabbalah Centre International)
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