Hay una historia de dos hombres que llegaron donde su maestro espiritual para resolver una disputa sobre un pollo. Cada uno decía que el pollo le pertenecía. El maestro soltó el pollo en medio de las propiedades de los dos hombres para ver a donde iba. A donde el pollo escogiera ir sería el dueño correcto.
Nosotros también estamos atrapados en la pelea entre la Luz y la oscuridad dentro de nosotros. Las tecnologías de Kabbalah nos ayudan a liberarnos del agarre de la parte baja de nuestra naturaleza y entonces es tarea de cada uno de nosotros ir hacia nuestro dueño, la Luz.
Hoy ve hacia la Luz al rechazar la ira, el odio y la indiferencia a la vez que abrazas el amor, el entendimiento y la pasión. Si cada uno de nosotros puede hacer esto –y ayudar a otros a hacer lo mismo– entonces vamos a ser capaces de hacer una diferencia tangible en este mundo.
(Afinación Diaria de la Conciencia de la Kabbalah, Kabbalah Centre International)
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